“Sa Domu de sa Contissa”, que en lengua sarda significa “La Casa de la Condesa”, es el nombre que los habitantes de Selegas dieron a esta casa que remonta al 1700.

En el lenguaje popular se llama «casa padronale» porque los primeros dueños, además de ser nobles, eran grandes terratenientes.

Esta zona de Cerdeña, llamada “Trexenta”, desde la época de los Romanos quienes conquistaron la isla en el año 238 a.c. siempre ha tenido vocación agrícola, hasta tener el apodo de «el granero de Roma». La zona es una planicie amplia extensivamente cultivada con cereales y por esta razón hasta mediados del siglo pasado ha sido el foco de una intensa actividad agrícola.  

La estructura de la casa refleja lo que antañoeran las dos funciones que tenía: por un lado residencia de los propietarios, los Condes Nieddu-Serra, y por el otro, centro de todas las actividades agrícolas. Incluso la ubicación de los diferentes edificios refleja la división entre las dos funciones: desde el grande portal de frente, de madera, se entra a un amplio jardín con vista a la casa principal, mientras que en el patio lateral tienen vista todos los espacios que fueron de servicio agrícola: la habitación de «su sozzu», quiendirigía el trabajo agrícola y cuya familia era en servicio directo por el conde también para las actividades familiares; la “lolla” de los bueyes, el porche que era el refugio de lo bueyes y caballos; las bodegas;los almacenes de carros, maquinaria y herramientas agrícolas y el granero que hoy ya no existe porque se derrumbó en la última década.

Si bien durante todo el año las actividades se llevaban a cabo en su mayoría fuera de la casa y desde allí salían animales y herramientas para trabajar en el campo, durante la cosecha la casa se convertía en el centro de las actividades y el corral se llenaba de trabajadores para la cosecha de cereales, trilla y almacenamiento de productos. El granero se encontraba en la planta baja de la casa principal en un gran ambiente pavimentado y cubierto lateralmente de madera hasta una altura de un metro y cincuenta, mientras que la habitación del conde se encontrabaen el piso superior.

En lapostguerra la crisis agrícola produjo el abandono gradual de la casa por los antiguos dueños. Incluso “sa Contissa” salió de la casa por casarse con un noble «continental», decidiendo volver sólo en la temporada de cosecha, gran fiesta donde la casa se llenaba de trabajadores y ayudantes y todo era idas y venidas de campesinos y carros de la cosecha.

En el año 2000, cuando la casafue comprada por el actual propietario, lasinstalaciones se presentaban totalmente deterioradas, despojadas de cualquier recuerdo desuantigua gloria, con estructuras decadentes y lesionadas.

Todo lo que ahora se puede admirar es debido a una paciente obra de remodelación que ha devuelto a la comunidad un patrimonio cultural que corría el riesgo de perderse.